V I P AMOR - Cosas de amor



Amor a primera Vista.
 
     Ayer te vi por primera vez y en ese preciso momento mi corazón palpito tan fuerte, que por un momento creí que saldría de mi pecho, y es por esa razón por la cual me motivo a escribirte estos versos, para que sepas cuales son mis verdaderas intenciones, las cuales no son malas.
 
    Si Dios me fuera a conceder un deseo, le pediría que el día que me permita estar cerca de ti detuviera el tiempo para, para así estar cerca de ti siempre, ese es mi gran sueño.
    
    Si mañana pudiera despertar y el primer rostro a el que mis ojos pudieran ver fuera tu rostro seria el hombre mas feliz de todo el mundo, es tan solo un sueño que talvez nunca se cumpla.
 
  Sabes no puedo esperar hasta mañana para escribirte estas palabras, las cuales salen de un lugar oculto que solo dos personas conocen, primeramente Dios y luego tú, por que me eh decidido a compartirlo contigo por que siento que eres parte de mi.
 
    Para mi tu eres como un milagro pues con solo mirarte mi corazón lo salvaste de la perdición en la cual se encontraba. Por que antes de conocerte mi alma estaba en un lugar oscuro, en un laberinto sin salida el cual conozco perfectamente.
 
   Muchas beses antes de dormir describía a mí mismo el modelo de mujer la cual calmaría esta tormenta que me había destrozado por dentro, pero llegaste tu y la calmaste como si fueras dueña de este mar que se había desbordado ya hace un tiempo y decidí no volverme a enamorar tan profundamente.
 
   Pero por esta vez creo que me equivoque y he llegado mas lejos, y sabes que creo que no soportaría otra desilusión mas con esto no quiero decir que no me correspondas solo por lastima por que de ser así, el daño seria aun mas grande.
 
  En realidad no sabes como anhelo estar a tu lado, tocar tu pelo, verte a los ojos, perderme en tu mirada como un niño en un lugar extraño del cual o conoce y quiere que tu le muestres la salida. Pero en el preciso momento que pude ver el viento acariciar tú pelo con una gran suavidad sentí envidia y miedo, pues quería ser yo el que estuviera acariciándote.
 
  Gracias a ti por tus encantos, por tus ojos que cuando tuve el privilegio de verlos supe que en ese preciso instante que tu eras ese ángel que Dios enviado para consolar a este pobre corazón rico y abundante de amor que ah vuelto a latir ah renacido solo por ti.
 
Escrito por
 
César Antonio Reyes Rodríguez

 






Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis